He estado pensando y leyendo esta semana sobre el cambio. Mientras esperamos un posible cambio de liderazgo para el cargo más alto de nuestra nación, los niños de 3 y 4 años de All Five y sus maestros están experimentando un cambio propio: el lunes por la mañana, después de semanas y meses de planificación y preparación, dimos la bienvenida 8 niños más a nuestra comunidad y divididos en un “West Pod” y un “East Pod”. Niños y maestros en West Pod utilizar un familiar espacio interior para el almuerzo y la siesta y un desconocido espacio al aire libre durante la mayor parte del día. Niños y maestros en Vaina del este utilizar un familiar espacio al aire libre durante la mayor parte del día, y un desconocido espacio interior para el almuerzo y la siesta. También dimos la bienvenida a un nuevo maestro a nuestra comunidad.
Estos primeros días, como una comunidad ampliada, hemos observado la capacidad de cada niño para adaptarse a este cambio. Nosotros, el personal, nos vemos en las respuestas de los niños. Algunos de nosotros estamos ansiosos o incluso un poco enojados por el cambio, lloramos por la pérdida de un rostro familiar, expresamos decepción por no poder estar en un espacio diferente. Otros no se inmutan, incluso ansiosos, de compartir las nuevas experiencias que están teniendo: un nuevo amigo o maestro, una nueva actividad o forma de hacer algo. A veces, uno de nosotros se perderá repentinamente algo de nuestra experiencia anterior y luego seguirá adelante.
Los niños nos recuerdan que PODEMOS cambiar. De hecho, debemos cambiar. Cuando nos unimos en torno al cambio y podemos abrazarlo, incluso en nuestro miedo y desconfianza, cada uno de nosotros tiene una nueva oportunidad de dar lo mejor de lo que tenemos para ofrecer. Los Cinco maestros modelaron esas características esta semana al aceptar el cambio y apoyar a sus colegas. Esta es una práctica que modelan para los niños. Lo llamamos una "práctica", porque siempre estamos practicando formas de ser lo mejor de nosotros mismos. Estos atributos no siempre nos llegan de forma natural, ya que no siempre llegan a los niños pequeños de forma natural. Entonces, como maestros y niños, estamos aprendiendo juntos; esforzándonos por encontrar y practicar ser lo mejor de nosotros mismos. Este es el objetivo fundamental de una excelente educación infantil: apoyar el esfuerzo de cada niño por convertirse en un ser humano bien adaptado.
Si nada cambiara, no habría mariposas.